Las Auditorias de calidad e inocuidad, reflejan en forma detallada y precisa las condiciones sanitarias de las instalaciones donde se recepcionan, procesan y/o almacenan alimentos.

Se realiza un levantamiento de las instalaciones y procesos para posteriormente continuar con lo que se denomina Auditoría Sanitaria en Buenas Prácticas de Manufactura o HACCP, en base a lo que indica el Reglamento Sanitario de los Alimentos, DS 977/96.

Con el fin de cumplir con lo indicado en la legislación, se ajusta la Auditoria Sanitaria a una lista de Chequeo, que se elabora en forma personalizada, depende del tipo de industria, tamaño y categoría de los alimentos que se procesen.

Para poder obtener resultados satisfactorios de los controles realizados, es importante subsanar aquellos criterios no conformes en la Auditoria Sanitaria, y cuya tendencia en el tiempo, se transforma en una excelente herramienta de gestión con indicadores cuantificables.

Cabe señalar, que el factor humano es el más relevante dentro de un todo, ya que son los colaboradores quienes tendrán en sus manos la responsabilidad de conocer, reconocer y tomar acciones correctivas asociados a los peligros que implica la manipulación de alimentos, por lo cual, la mejor manera de lograr buenos resultados, es primordial la Capacitación del Personal, ya que finalmente, la sumatoria de factores darán como resultado alimentos seguros.

 La Capacitación del personal abarca desde los Hábitos personales, Contaminación de Alimentos, Enfermedades producidas por Alimentos (ETAS), Limpieza y Sanitización de áreas, y Procesos desde la Recepción de las Materias Primas, Almacenaje, Procesos Preliminares, Elaboración, Envasado y Distribución de los alimentos.